Si hay algo bueno que hacer en las vacaciones, es viajar. Sobre todo para conectarse con la naturaleza, visitando sabanas y haciendo safaris. Sin embargo, algunos de esos viajes pueden acabar de forma terriblemente equivocada, a veces por la imprudencia de los turistas, y otras, por la fuerza bruta e imprevisibilidad de los animales salvajes. Y eso es exactamente lo que vamos a ver hoy aquí.
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